Mi primera semana en Montreal

Mi primera semana en Montreal

 

No puedo prometer que haré de esto un blog de inmigrante porque estaría mintiendo. Es un ejercicio de expresión espontanea.

Ya muchos estarán pensando “aaaah, este ya va a empezar hacer comparaciones de Montreal con Bogotá”. Pues sí. Bueno, en estos aspectos he visto diferencia. Va.

Hacer vueltas

Sufro terriblemente cuando me hablan de hacer vueltas. Se me viene a la mente, por ejemplo, un interminable trancón, filas, bobadas burocráticas, firmitas, sellitos y gente que hace su trabajo de mala gana.

Mi primera semana en Montreal estuvo marcada por las vueltas: obtener un número de celular, instalar internet, afiliarme al seguro médico gratuito, abrir una cuenta bancaria, solicitar el número de seguridad social, comprar y recargar la tarjeta Opus (para moverme en transporte público) entre otros.

Para mi sorpresa, ninguna vuelta fue difícil o demorada. En 5 minutos ya tenía celular; en 3 minutos me dieron el número de seguridad social; en 10 minutos tenía cuenta de ahorros y tarjeta de crédito (sin cuota de manejo para siempre y un interés más bajo que en Colombia) y en 30 segundos compré y recargué la tarjeta de transporte público.

EN NINGÚN LADO HABÍA FILA. Tengan en cuenta que Montreal es una ciudad de más de 4 millones de personas.

La importancia de consultar el clima

El sábado pasado disfrutamos de un soleado día. La gente salió en camiseta y pantaloneta a la calle. Se sentía en el ambiente una alegría inmensa al poder tomar algo de sol luego de más de 6 meses de frío. Yo no me quedé atrás y me atreví a dejar la chaqueta en casa. Fue hermoso. Me sentía casi como en Riohacha.

Ayer lunes amanecimos con una sensación térmica de -2. Ah listo. Mientras sufría ese viento helado que entra por todo el cuerpo, incluso a través de mis 3 capas de ropa, recordaba que hacía dos días me paseaba por las mismas calles como quien camina por cualquier pueblo de tierra caliente.

Entendí que no se puede salir de la casa sin consultar la aplicación del clima. Y no es suficiente saber qué temperatura hay en ese momento, sino adelantarse a lo que ocurrirá más adelante para saber cómo vestirse.

Quizás la desconfianza generada por las mentiras del IDEAM me habían hecho olvidar que en otros países esa aplicación sirve para algo.

El transporte público

Espero que mis nietos alcancen a montar en el metro de Bogotá. Es indescriptible lo que se siente saber que cuando llega el tren y se abre la puerta, TODOS VAMOS A MONTARNOS AHÍ PORQUE NO HAY 4 OPCIONES DE RUTA Y LA GENTE NO HACE BULTO EN LA ENTRADA.

El metro aquí tiene 4 líneas supremamente fáciles de entender. La tarjeta para acceder al sistema se puede recargar el primer día del mes (86 CAD) y da acceso ilimitado a buses y el metro. Pueden montarse 10 veces al día si quieren. Es un excelente complemento cuando deben hacer vueltas.

El bilingüismo

Quebec es la única provincia de Canadá cuyo idioma predominante es el francés. Pero no se asusten si no lo hablan, aquí casi todos son bilingües.

Es absolutamente normal que a uno lo saluden con un Bonjour-Hello cuando llega a un restaurante. Pues qué les puedo decir, hasta los indigentes que moran el centro piden monedas con un inglés fluido.

Caminar en la calle

Me encanta caminar. Más que por el ejercicio como tal, me permite tener un excelente control del tiempo exacto que me toma desplazarme a algún lugar. En Bogotá, por seguridad y por contaminación en el aire, no podía hacerlo cuando quisiera.

Aquí no solo es seguro (para los pulmones y para el celular) caminar largas distancias (obvio, cuando el clima lo permite), sino que hay un increíble respeto por el peatón. Los conductores saben que si uno tiene la intención de cruzar la calle, deben parar. También es evidente que los ciclistas hacen su parte y se detienen en los semáforos y le dan prelación al peatón.

El respeto hacia el otro

En mi viaje de Miami a Montreal dije y me dijeron “sorry” como 20 veces. “Es una muletilla que se te pega” me contó un Laura, una amiga. Pues qué sana muletilla. Aquí he notado que el concepto de “otro” importa lo suficiente como para pensar siempre en él.

En esta ciudad se procura siempre la paz. Si hay algo que pueda ser considerado conflicto, ambas partes extinguen cualquier conato de pelea con un sincronizado “pardon” o “sorry”. La gente habla por celular en espacios públicos con un volumen de voz moderaro, en la noche los vecinos evitan hacer ruido y así.

El salario mínimo y la mezcla de clases

He enseñado español para extranjeros por casi 5 años. Un queja recurrente que encontraba entre mis estudiantes era que los bogotanos eran terriblemente clasistas.; hacían inmensos esfuerzos para distanciarse de todo lo que hicieran “los pobres”, “los ñeros”. Alguna vez le escuché a uno decir que si pudieran hacer un muro para dividir el sur del norte, serían inmensamente felices.

Aquí en la misma calle (se los digo porque lo vi con mis propios ojos) vive un señor que pide monedas en un semáforo y una señora que habita en un hermosa casa con un Audi parqueado en la puerta, ¿cómo así? Se preguntarán. Pues fácil: aquí el estado no abandona a los pobres. Si no tienes empleo, te dan un subsidio de casi un salario mínimo.

Me quiero detener en esto un momento. Sería ridículo que yo les saliera con “en Quebec el salario mínimo bruto es el equivalente a 3.849.070millones de pesos al mes” sin contexto alguno, la pregunta seria es, ¿para qué alcanza el salario mínimo en Montreal?

Por mi condición de recién llegado no tengo como arrendar un apartamento y amoblarlo yo solo; debo vivir en una habitación alquilada. Por dicho espacio en un buen barrio (digamos un Chapinero alto en Bogotá), estamos hablando de entre 400 y 500 CAD al mes. Esta habitación viene con todos los servicios incluido internet, electricidad, calefacción etc. No perdamos de vista que el precio de la habitación es un tercio del salario mínimo (1688 CAD suponiendo que se trabajen 5 días a la semana, 8 horas diarias, la hora a 10.55 ) y que no estamos hablando de vivir en cualquier barrio, sino es uno elegante.

Para ilustrar las cosas, en Montreal tengo que trabajar 9 horas para comprarme pasajes ilimitados de metro y bus por un mes. Por su parte, en Bogotá tendría que trabajar casi 15 horas para pagarme 2 pasajes diarios los días hábiles del mes.

No aspiro a ganarme el salario mínimo en Montreal, per si por algún azar del destino tuviera que hacerlo, podría tener una vida decente. Me alcanzaría para vivir bien, mercar, salir de vez en cuando y transportarme. Bueno, ya con hijos los precios cambian, por su puesto.

No me voy a tomar la molestia de responder a la pregunta, ¿para qué alcanza el mínimo en Bogotá?

La seguridad

En Montreal roban. Eso pasa en todas las grandes ciudades del mundo. No es extraño que a la gente le saquen el celular del bolsillo en el metro, en contadas ocasiones se les metan a la casa (porque no cierran con llave) o que, esporádicamente a algún desprevenido le rapen el celular mientras habla por la calle.

Sin embargo, hay algo que en Canadá casi nunca pasa: el atraco a mano armada. He hablado con varios canadienses y me dicen que es extrañísimo que a alguien le saquen un arma y le digan “el celular o lo mato”. Por una parte, aquí los crímenes cometidos con armas son muy graves y por otra, es difícil que una persona se vea tan paila del hambre como para poner en riesgo la vida del otro. Como dije, el estado da subsidios.

Para que compartan mi asombro, el primer asesinato del año en Montreal ocurrió el 28 de marzo. EL PRIMER ASESINATO DEL AÑO EN UNA CIUDAD DE MÁS DE 4 MILLONES DE PERSONAS OCURRIÓ EN MARZO.

 

 

7 responses to “Mi primera semana en Montreal”

  1. Lina says :

    Boris me encanta esta entrada, me encanta la comparación (disimulada) entre Montreal y Bogotá, por lo visto estás muy documentado y quiero de pasada decirte que espero que esta experiencia sea todo lo que esperas y mucho más, es un sueño por el que trabajaste desde hace rato.
    No dejes de compartirnos todo lo que estas viviendo 🙂

  2. lauracatalinaquintero says :

    Boriiiis, es muy grato leerte, me gusta mucho tu objetividad. Pero me alegra más que estés en Canadá cumpliendo un sueño. Te mando un abrazo enorme y mis mejores deseos para esta nueva etapa.

  3. Juan Becerra says :

    Hola. Bienvenido a Montreal.

    Que buen recuento de algunas de las diferencias entre Montreal y nuestra ciudad de origen. Ahora llega el verano y hay muchas actividades gratuitas al aire libre para participar.

    Ya llevo dos años acá, si te puedo colaborar de acuerdo a mi experiencia, me puedes contactar.

  4. lauravaron says :

    “Quizás la desconfianza generada por las mentiras del IDEAM me habían hecho olvidar que en otros países esa aplicación sirve para algo.” JAJAJAJAJAJA ❤

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